El profeta Gad dijo a David: —No te quedes en el refugio. Vete y entra en territorio de Judá. Entonces David se marchó y se adentró en el bosque de Járet.
A continuación el rey hizo instalar en el Templo a los levitas con platillos, salterios y cítaras, según lo dispuesto por David, por Gad, el vidente del rey, y por el profeta Natán; lo hicieron según la orden divina transmitida por los profetas.