David se preocupó por aquellos comentarios y sintió miedo de Aquís, el rey de Gat.
El temor humano es una trampa, quien confía en el Señor está a salvo.
La violencia ofusca al sabio y el soborno pervierte la conciencia.
Yo soy, yo, quien os consuela. ¿Por qué has de temer a un simple mortal, a alguien que se consume como hierba?
Si a un hombre o a una mujer se le produce una llaga en la cabeza o en la barbilla,
Cuando Saúl y los israelitas oyeron las palabras de aquel filisteo quedaron desconcertados y llenos de miedo.
Entonces modificó su aspecto y se hizo el loco ante ellos arañando las puertas y dejando que la baba le chorreara por la barba.