Biblia Todo Logo
Referencias Cruzadas

- Anuncios -




1 Samuel 20:41

La Palabra (versión española)

Cuando el criado se marchó, David salió de su escondite, cayó a tierra ante él y se postró tres veces. Después se abrazaron el uno al otro y estuvieron llorando juntos hasta que David se recuperó.

Ver Capítulo Copiar

20 Referencias Cruzadas  

Luego saludó a Raquel con un beso y rompió a llorar.

Al oír Labán las noticias acerca de su sobrino Jacob, salió a su encuentro y, entre abrazos y besos, lo llevó a su casa. Y cuando Jacob le contó todo lo que había sucedido,

Pero Esaú corrió a su encuentro y, echándole los brazos al cuello, lo abrazó y rompieron juntos a llorar.

José era el gobernador del país, y el que vendía el grano a la gente que llegaba de todas partes. Cuando sus hermanos llegaron ante él, se postraron rostro en tierra.

Ellos respondieron: —Nuestro padre, tu siervo, vive todavía y se encuentra bien. Ellos se inclinaron e hicieron una reverencia.

Luego, anegado en lágrimas, José besó también a todos sus hermanos que, solo entonces, se atrevieron a hablarle.

Al tercer día llegó un hombre del campamento de Saúl, con la ropa destrozada y la cabeza cubierta de polvo. Cuando llegó ante David, se postró en tierra e hizo una reverencia.

¡Qué pena me has dejado, hermano mío, Jonatán! ¡Me eras tan querido! Tu amor me era más dulce que el amor de las mujeres.

La mujer de Tecoa se presentó ante el rey, inclinó su rostro e hizo una reverencia. Luego le dijo: —Socórreme, majestad.

El rey dijo: —Está bien. Que venga conmigo Quimeán y yo lo trataré como mejor te parezca, pues yo haré por ti todo lo que desees.

Cuando Mefibóset, hijo de Jonatán y nieto de Saúl, llegó ante David, inclinó la cabeza e hizo una reverencia. David le preguntó: —¿Eres Mefibóset? Él contestó: —Aquí está tu servidor.

Betsabé se inclinó ante el rey y le hizo una reverencia. El rey le preguntó: —¿Qué quieres?

y lo anunciaron al rey: —Está aquí el profeta Natán. Natán se presentó ante el rey, le hizo una reverencia inclinando su rostro

Betsabé se inclinó rostro en tierra, hizo una reverencia al rey y dijo: —¡Viva siempre mi señor, el rey David!

Todos lloraban desconsoladamente y abrazaban y besaban a Pablo.

Entonces Samuel tomó la aceitera, la derramó sobre la cabeza de Saúl y lo besó, diciendo: —El Señor te unge como jefe de su pueblo.

Jonatán y David sellaron un pacto, pues Jonatán lo quería como a sí mismo.

Luego Jonatán entregó sus armas al criado y le dijo: —Anda y llévalas a la ciudad.

Inmediatamente después, David salió de la cueva y se puso a gritar tras Saúl: —¡Señor! ¡Majestad! Saúl miró hacia atrás y David se inclinó hacia el suelo e hizo una reverencia.

Nada más ver a David, Abigail bajó rápidamente del burro, se postró en tierra ante él y le hizo una reverencia.




Síguenos en:

Anuncios


Anuncios