Yo lanzaré tres flechas en esa dirección, como si tirase al blanco;
Pasado mañana tu ausencia se notará aún más. Entonces te vas al lugar donde te escondiste la otra vez y te quedas junto al montón de piedras.
luego mandaré al criado a buscarlas. Si le digo: «Mira, las flechas están más acá, recógelas», entonces puedes venir, pues estás a salvo y no hay peligro, ¡vive Dios!
y le dijo al criado: —Corre a buscarme las flechas que voy a disparar. El criado salió corriendo y él disparó una flecha que lo sobrepasó.