Llegaron los servidores de Absalón a casa de la mujer y le preguntaron: —¿Dónde están Ajimás y Jonatán? La mujer les respondió: —Han ido hacia el agua. Ellos los buscaron y, al no encontrarlos, regresaron a Jerusalén.
cuando, al anochecer, estaba a punto de cerrarse la puerta de la ciudad, esos hombres salieron y no sé adónde han ido. Si os dais prisa en perseguirlos, los alcanzaréis.
y envió emisarios para capturarlo. Estos vieron a un grupo de profetas profetizando, dirigidos por Samuel. Entonces los invadió el espíritu de Dios y se pusieron también a profetizar.