Los cinco hombres que habían estado previamente explorando la tierra, tomaron la palabra y dijeron a sus hermanos: —¿No sabéis que en esta casa hay un efod, unos terafim, una imagen y un ídolo de metal fundido? Pensad, pues, lo que habéis de hacer.
los cinco hombres que habían ido a explorar la tierra entraron en la casa y se apropiaron de la imagen, el efod, los terafim y el ídolo de fundición. Entretanto, el sacerdote estaba en el umbral de la puerta con los seiscientos hombres armados.