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Referencias Cruzadas

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1 Samuel 18:5

La Palabra (versión española)

David tenía éxito en todas las misiones que le encomendaba Saúl, por lo que este lo puso al frente de su ejército. David caía bien a todo el mundo, incluso a los ministros de Saúl.

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20 Referencias Cruzadas  

El jefe de la cárcel no tenía que preocuparse por nada de lo que estaba a cargo de José, pues el Señor estaba con él, y cuanto José emprendía, el Señor lo hacía prosperar.

David iba haciéndose cada día más poderoso, pues el Señor, Dios del Universo estaba con él.

Ya antes, aunque Saúl era nuestro rey, eras tú el que dirigías a Israel. Además, el Señor te dijo: «Tú pastorearás a mi pueblo Israel, tú serás el jefe de Israel».

El Señor estuvo con Josafat, porque siguió los pasos que había recorrido anteriormente su antepasado David y no acudió a los baales,

Es como un árbol plantado junto al arroyo: da fruto a su tiempo y no se secan sus hojas; consigue todo cuanto emprende.

quiero aprender la senda de los rectos, ¿cuándo vendrás a mí? Actuaré rectamente en medio de mi casa,

Mirad, os envío como ovejas en medio de lobos. Por eso, sed astutos como serpientes, aunque también inocentes como palomas.

y salió con bien de todas las circunstancias adversas. Más aún, Dios le concedió sabiduría e hizo que se granjeara la simpatía del faraón, rey de Egipto, quien lo nombró gobernador de Egipto y jefe de toda la casa real.

Así que no seáis irreflexivos; al contrario, tratad de descubrir cuál es la voluntad de Dios.

Portaos sabiamente con los no cristianos y aprovechad el momento presente.

El Señor asistió a Judá, que conquistó la región montañosa; pero no pudo expulsar a los que habitaban la llanura porque tenían carros de hierro.

escogió a tres mil israelitas: dos mil estaban con él en Micmás y en la montaña de Betel, y otros mil estaban con Jonatán en Guibeá de Benjamín. Al resto de la gente la envió a sus casas.

A lo largo de todo el reinado de Saúl hubo guerra encarnizada contra los filisteos. Por eso Saúl reclutaba a todos los hombres fuertes y valientes que encontraba.

En cambio, todos los de Israel y Judá querían a David, porque él los guiaba en sus expediciones.

Cada vez que los jefes filisteos hacían incursiones, David tenía más éxito que todos los oficiales de Saúl. Por ello, su nombre ganó mucho prestigio.

Jonatán se quitó el manto que llevaba puesto y se lo dio a David, junto con su armadura, su espada, su arco y su cinturón.

Cuando volvían, después de que David matara al filisteo, las mujeres de todas las ciudades salían al encuentro del rey Saúl, cantando y danzando alegremente con panderos y platillos.

Samuel seguía creciendo y el Señor lo protegía, sin dejar de cumplir ni una sola de sus palabras.




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