Los servidores de Saúl comunicaron a David estas palabras y él respondió: —¿Pensáis que es cosa fácil convertirse en yerno del rey? Y yo solo soy un hombre pobre y humilde.
Luego ordenó a sus servidores: —Hablad confidencialmente con David y decidle: «Mira, el rey te aprecia y todos sus servidores te quieren. Así que acepta ser yerno del rey».
Y Saúl contestó: —¿Por qué me dices eso si yo no soy más que un benjaminita, de la tribu más pequeña de Israel, y mi familia es de las más insignificantes entre las familias de la tribu de Benjamín?