Después, Eleazar, hijo de Dodó, el de Ajojí, uno de los tres héroes que acompañaron a David cuando desafiaron a los filisteos reunidos allí para el combate. Los israelitas se retiraron,
Ojalá el Señor, tu Dios, haya escuchado las palabras del copero mayor enviado por su amo, el rey de Asiria, para insultar al Dios vivo, y lo castigue por esas palabras que el Señor, tu Dios, ha oído. Por tu parte, intercede por el resto que aún subsiste».
Cuando se enteraron de esto Sambalat, el joronita, su ayudante amonita Tobías y el árabe Guesén, se burlaron de nosotros y nos dijeron con menosprecio: —¿Qué es lo que estáis haciendo? ¿Acaso intentáis rebelaros contra el rey?
El que alardee, alardee de esto: de tener entendimiento y conocerme, de saber que yo soy el Señor, que pongo en práctica la fidelidad, la justicia y el derecho en el país. Estas son las cosas que me agradan —oráculo del Señor.
David le respondió: —Tú vienes contra mí armado de espada, lanza y jabalina; yo voy contra ti en nombre del Señor del universo, el Dios de las huestes de Israel, a quien tú has desafiado.