Biblia Todo Logo
Referencias Cruzadas

- Anuncios -




1 Samuel 16:5

La Palabra (versión española)

Samuel respondió: —¡Salud! Vengo a ofrecer un sacrificio al Señor. Purificaos y venid conmigo al sacrificio. Samuel purificó a Jesé y a sus hijos y los invitó al sacrificio.

Ver Capítulo Copiar

16 Referencias Cruzadas  

Jacob dijo a su familia y a todos los que lo acompañaban: —Deshaceos de todos los dioses extraños que tengáis, purificaos y cambiad de ropa.

Adonías, el hijo de Jaguit, fue a ver a Betsabé, la madre de Salomón, y ella le preguntó: —¿Vienes en son de paz? Adonías respondió: —Sí.

Cuando David salió a recibirlos, les advirtió: —Si venís a mí como amigos y colaboradores, os acepto de todo corazón. Pero si venís para entregarme a mis enemigos, siendo yo inocente, que el Dios de nuestros antepasados sea testigo y haga justicia.

Terminados esos días de fiesta, Job los hacía venir para purificarlos; y de mañana ofrecía un holocausto por cada uno, por si habían pecado maldiciendo a Dios en su interior. Cada vez hacía Job lo mismo.

Y el Señor le dijo: —Vuelve con el pueblo, purifícalos hoy y mañana; que laven sus ropas

congregad al pueblo, santificad la asamblea, reunid a los ancianos, juntad a los niños, incluso a los que aún maman; salga de la alcoba el esposo y la esposa de su lecho nupcial.

¡Silencio ante el Señor Dios! Ya está próximo el día del Señor: él tiene preparado un sacrificio, y ha consagrado a sus invitados.

El pueblo se diseminaba para recogerlo y lo molía en molinos o lo machacaba en morteros; luego lo cocía en caldera y hacía tortas con él. Su sabor era como el de una torta de aceite.

Examine, pues, cada uno su conciencia antes de comer del pan y beber de la copa,

Josué dijo al pueblo: —Purificaos, porque mañana el Señor hará maravillas en medio de vosotros.

Así que purifica al pueblo y diles: «Purificaos para mañana, porque así dice el Señor, el Dios de Israel: Hay dentro de ti, Israel, algo consagrado al exterminio; no podrás hacer frente a tus enemigos mientras no lo extirpéis de entre vosotros.

Saúl no dijo nada aquel día, pues pensó: «Le habrá ocurrido algo, estará impuro y no se habrá purificado».




Síguenos en:

Anuncios


Anuncios