Jonatán le respondió: —Mi padre ha perjudicado al país. Observa cómo se me ha iluminado el semblante al probar solo un poco de miel.
Elías le respondió: —No soy yo el azote de Israel, sino tú y tu familia que habéis abandonado los mandamientos del Señor para seguir a los baales.
¡Mira y respóndeme, Señor, Dios mío! Ilumina mis ojos para que no quede sumido en la muerte,
Dijo entonces Josué: —¿Por qué nos has acarreado la desgracia? Que el Señor descargue sobre ti esa misma desgracia en este día. Así que los israelitas lo apedrearon, y después de apedreados, los quemaron en la hoguera
Alguien de los presentes le comentó: —Tu padre ha juramentado al pueblo, maldiciendo al que coma algo hoy. Por eso la gente está agotada.
A buen seguro que si la gente hubiera comido hoy del botín capturado al enemigo, la derrota de los filisteos habría sido mucho mayor.