1 Samuel 12:24

La Palabra (versión española)

Así que honrad al Señor y servidle con sinceridad y de todo corazón, ya que habéis reconocido los muchos beneficios que os ha hecho.

Referencias Cruzadas

2 Reyes 17:39

Solo veneraréis al Señor, vuestro Dios, y él os librará de todos vuestros enemigos.

Job 28:28

Después dijo al ser humano: «Venerar al Señor es sabiduría, apartarse del mal, prudencia».

Salmos 111:10

Venerar al Señor es la esencia del saber, los que así actúan son juiciosos. Su alabanza permanecerá por siempre.

Salmos 119:80

Sea mi corazón fiel a tus normas y no tendré que avergonzarme.

Éxodo 12:13

La sangre servirá de señal en las casas que habitáis: cuando yo vea la sangre pasaré de largo y no os alcanzará la plaga exterminadora con que castigaré a Egipto.

Proverbios 1:7

Respetar al Señor es el principio del saber, pero los necios desprecian la sabiduría y la educación.

Eclesiastés 12:13

Conclusión del discurso: todo está dicho. Respeta a Dios y guarda sus mandamientos, pues en eso consiste ser persona.

Isaías 5:12

Andan entre arpas y cítaras, entre panderos y flautas, y con vino en sus banquetes, y no advierten la obra del Señor, no ven lo que hacen sus manos.

Juan 1:47

Al ver Jesús que Natanael venía a su encuentro, comentó: —Ahí tenéis a un verdadero israelita en quien no cabe falsedad.

Romanos 12:1

Por tanto, por el amor entrañable de Dios os lo pido, hermanos: presentaos a vosotros mismos como ofrenda viva, santa y agradable a Dios. Ese ha de ser vuestro auténtico culto.

Deuteronomio 10:21

Solo a él debes alabar porque él es tu Dios, que hizo por ti las proezas y maravillas que tú mismo presenciaste.

Deuteronomio 29:1

Moisés convocó a todo Israel y les dijo: —Vosotros habéis sido testigos de todo lo que el Señor hizo en Egipto al faraón, a sus cortesanos y a todo el país;

Deuteronomio 29:2

con tus propios ojos viste aquellas duras pruebas, y aquellos admirables portentos y prodigios.

Hebreos 12:29

Que no en vano nuestro Dios es un fuego devorador.

Josué 24:14

Ahora, pues, respetad al Señor y servidle con todo esmero y lealtad; quitad de en medio los dioses a los que dieron culto vuestros antepasados en Mesopotamia y en Egipto y rendid culto al Señor.