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Referencias Cruzadas

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1 Samuel 10:22

La Palabra (versión española)

Entonces volvieron a consultar al Señor: —¿Pero está aquí ese hombre? El Señor respondió: —Está escondido entre el equipaje.

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19 Referencias Cruzadas  

Pero los hijos que esperaba se peleaban dentro de su vientre, así que Rebeca se dijo: —Si esto va a seguir así, ¿para qué vivir? Entonces fue a consultar al Señor,

Después de esto, David consultó al Señor: —¿Puedo ir a alguna ciudad de Judá? El Señor le contestó: —Sí. David preguntó: —¿A cuál debo ir? Y el Señor respondió: —A Hebrón.

En tiempos de David hubo un hambre que duró tres años seguidos. David consultó al Señor, y el Señor le respondió: —Es porque Saúl y su familia están manchados de sangre desde que mató a los gabaonitas.

Se presentará Josué al sacerdote Eleazar, quien consultará por él la decisión del Señor a través de los Urín cuyo dictamen seguirán tanto él como toda la comunidad israelita.

Porque a todo el que se ensalce a sí mismo, Dios lo humillará; pero al que se humille a sí mismo, Dios lo ensalzará.

Muerto Josué, los israelitas hicieron esta consulta al Señor: —¿Quién de nosotros será el primero en combatir contra los cananeos?

Subieron los israelitas a Betel y consultaron a Dios: —¿Quién de nosotros subirá el primero a combatir contra Benjamín? El Señor respondió: —Judá subirá el primero.

Los israelitas se reunieron en Betel y estuvieron llorando delante del Señor hasta la tarde. Luego consultaron al Señor si debían volver a combatir contra su hermano Benjamín. El Señor les respondió: —Subid contra él.

y Finés, hijo de Eleazar, hijo de Aarón, estaba entonces a su servicio. Preguntaron: —¿He de volver a combatir contra mi hermano Benjamín o debo desistir? El Señor respondió: —Subid, porque mañana lo entregaré en vuestras manos.

Después ordenó acercarse a los clanes de la tribu de Benjamín y la suerte recayó en el clan de Matrí. Finalmente la suerte recayó en Saúl, el hijo de Quis, a quien buscaron sin encontrarlo.

Entonces Saúl consultó al Señor: —¿Puedo perseguir a los filisteos? ¿Los entregarás en poder de Israel? Pero aquel día no le respondió.

Samuel dijo: —Aunque te consideras insignificante, eres el jefe de las tribus de Israel, pues el Señor te ha ungido como rey de Israel.

Ajimélec consultó al Señor por él y además le dio víveres y la espada de Goliat, el filisteo.

Cuando David se enteró de que Saúl tramaba su desgracia, ordenó al sacerdote Abiatar: —Tráete el efod.

pidió al sacerdote Abiatar, hijo de Ajinoán: —Tráeme el efod. Abiatar le llevó el efod

y David consultó al Señor: —¿Puedo perseguir a esa banda? ¿Los alcanzaré? El Señor le respondió: —Persíguela, porque los alcanzarás y liberarás a los prisioneros.

Y Saúl contestó: —¿Por qué me dices eso si yo no soy más que un benjaminita, de la tribu más pequeña de Israel, y mi familia es de las más insignificantes entre las familias de la tribu de Benjamín?




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