Cuando acabó de profetizar, Saúl volvió a su casa.
Y uno de ellos añadió: —¡A saber de quién serán esos! (De ahí viene el dicho: «¿También Saúl se ha hecho profeta?»).
Su tío les preguntó a él y a su criado: —¿Dónde habéis ido? Y él contestó: —A buscar las asnas; pero como no aparecían, fuimos a ver a Samuel.