Un día, Lámec dijo a Adá y Selá, sus mujeres: —Escuchadme mujeres de Lámec, prestad atención a mis palabras: He matado a un hombre por herirme y a un muchacho por golpearme;
Había también allí una profetisa llamada Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser. Era una mujer muy anciana que en su juventud había estado casada siete años,