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Referencias Cruzadas

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1 Samuel 1:19

La Palabra (versión española)

A la mañana siguiente madrugaron, adoraron al Señor y regresaron a su casa en Ramá. Elcaná se acostó con Ana, su mujer, y el Señor se acordó de ella.

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23 Referencias Cruzadas  

El Señor, tal como había dicho, favoreció a Sara y cumplió la promesa que le había hecho.

Pero Dios también se acordó de Raquel; oyó su oración y la hizo fecunda.

Adán se unió a Eva, su mujer, y ella concibió y dio a luz a Caín. Y dijo: —He tenido un hombre gracias al Señor.

Entonces, Dios se acordó de Noé y de todos los animales, tanto de los salvajes como de los domésticos, que estaban con él en el arca; hizo pasar un viento fuerte sobre la tierra, y el nivel de las aguas comenzó a descender.

Pero la mujer quedó embarazada y dio a luz un hijo al año siguiente por aquellas fechas, tal como le había anunciado Eliseo.

Antes del alba me levanto y pido auxilio, en tus palabras pongo mi esperanza.

Estando abatidos se acordó de nosotros, porque es eterno su amor;

olvida mis faltas de juventud y mis pecados, recuérdame en tu amor, por tu bondad, Señor.

Señor, por la mañana escuchas mi súplica; de madrugada ante ti la presento y me quedo esperando.

Mañana, tarde y mediodía no dejo de gemir y sollozar; pero él escuchará mi clamor,

De madrugada, antes de amanecer, Jesús se levantó, salió de la ciudad y se dirigió a un lugar apartado a orar.

Y añadió: —Jesús, acuérdate de mí cuando vengas como rey.

Vivía en Ramá un sufita de la montaña de Efraín, llamado Elcaná, hijo de Jeroján y descendiente de Elihú, de Tojú y de Suf, de la tribu de Efraín.

y le hizo esta firme promesa: —Señor del universo, si prestas atención a la humillación de tu esclava, si me tienes en cuenta y no me olvidas, si me concedes un hijo varón, te prometo que te lo entregaré de por vida y que nunca se afeitará la cabeza.

Luego se marchó a Ramá y Saúl volvió a su casa de Guibeá de Saúl.

Samuel tomó el cuerno de aceite y lo ungió ante sus hermanos. Y a partir de aquel día el espíritu del Señor acompañó a David. Luego Samuel emprendió el regreso a Ramá.

David había huido, poniéndose a salvo. Llegó a Ramá, donde estaba Samuel y le contó todo lo que le había hecho Saúl. Luego se fue con Samuel y se quedaron en Nayot.

Elcaná volvió a su casa en Ramá, mientras el niño quedaba al servicio del Señor, bajo la custodia del sacerdote Elí.

Samuel murió y todo Israel se reunió para hacerle duelo. Luego lo enterraron en su casa de Ramá. David se puso en camino y bajó al desierto de Parán.

Luego volvía a Ramá, donde tenía su residencia y seguía juzgando a Israel. Y allí construyó un altar al Señor.

Por ello, todos los ancianos de Israel se reunieron, fueron a Ramá a ver a Samuel

y se acostó. Al amanecer, Samuel llamó a Saúl, diciéndole: —Levántate, que voy a despedirte. Saúl se levantó y los dos salieron a la calle.




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