1 Juan 3:7

La Palabra (versión española)

Hijos míos, que nadie os engañe; el que practica el bien es justo, como Jesús es justo.

Referencias Cruzadas

Salmos 106:3

Felices quienes respetan el derecho, quienes practican siempre la justicia.

Salmos 45:7

Tú amas la justicia y odias la maldad, por eso Dios, tu Dios, te ha ungido entre tus amigos con aceite de gozo.

Mateo 5:20

Y os digo esto: Si vosotros no cumplís la voluntad de Dios mejor que los maestros de la ley y que los fariseos, no entraréis en el reino de los cielos.

Lucas 1:75

santa y rectamente en su presencia a lo largo de toda nuestra vida.

Hechos 10:35

Toda persona, sea de la nación que sea, si es fiel a Dios y se porta rectamente, goza de su estima.

Romanos 2:13

Porque no basta escuchar la ley para que Dios nos justifique; es necesario cumplirla.

1 Corintios 6:9

¿Ignoráis acaso que los que hacen el mal no tendrán parte en el reino de Dios? No os llaméis a engaño: ni los lujuriosos, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los homosexuales,

Efesios 5:6

Que nadie os engañe con palabras falaces. Estas son precisamente las cosas que encienden la ira de Dios sobre quienes se niegan a obedecerle.

Efesios 5:9

cuyos frutos son la bondad, la rectitud y la verdad.

Filipenses 1:11

y seáis colmados de los frutos de salvación que otorga Jesucristo, para gloria y alabanza de Dios.

Hebreos 1:8

del Hijo, en cambio, dice: Tu trono, oh Dios, permanece para siempre y gobiernas tu reino con rectitud.

Hebreos 7:2

Abrahán, a su vez, le dio la décima parte del botín. Melquisedec, que significa en primer lugar «rey de justicia», era también «rey de Salem», es decir, «rey de paz».

Santiago 1:22

Pero se trata de que pongáis en práctica esa palabra y no simplemente que la oigáis, engañándoos a vosotros mismos.

Santiago 2:19

¿Tú crees que hay un único Dios? De acuerdo; también los demonios creen y se estremecen de pavor.

1 Pedro 2:24

Cargando sobre sí nuestros pecados, los llevó hasta el madero para que nosotros muramos al pecado y vivamos con toda rectitud. Habéis sido, pues, sanados a costa de sus heridas.

1 Juan 2:1

Hijos míos, os escribo esto para que no pequéis. Ahora bien, si alguno peca, tenemos un intercesor ante el Padre: Jesucristo, el justo.

1 Juan 2:26

Al escribiros esto, os pongo en guardia contra quienes tratan de embaucaros.

1 Juan 2:29

Sabéis que Jesucristo es justo. Por eso debéis saber también que todo el que vive rectamente es hijo de Dios.

1 Juan 3:18

Hijos míos, no amemos de palabra y con la lengua, sino con hechos y de verdad.

1 Juan 3:3

Esta esperanza que hemos puesto en él es la que nos va perfeccionando, como él es perfecto.

1 Juan 4:17

Nuestro amor alcanza su más alto nivel de perfección cuando, al compartir nosotros ya en este mundo la condición de Cristo, nos hace esperar confiados el día del juicio.