1 Juan 3:19

La Palabra (versión española)

Esta será la señal de que pertenecemos a la verdad y podemos sentirnos seguros en presencia de Dios:

Referencias Cruzadas

Salmos 119:56

A mí me corresponde guardar tus preceptos.

Isaías 32:17

la justicia producirá la paz, el resultado de la justicia será tranquilidad y confianza eternas.

Juan 13:35

Vuestro amor mutuo será el distintivo por el que todo el mundo os reconocerá como discípulos míos.

Juan 18:37

Pilato insistió: —Entonces, ¿eres rey? Jesús le respondió: —Soy rey, como tú dices. Y mi misión consiste en dar testimonio de la verdad. Precisamente para eso nací y para eso vine al mundo. Todo el que ama la verdad escucha mi voz.

Romanos 4:21

manifestó su plena convicción de que Dios tiene poder para cumplir lo que promete.

Romanos 8:38

Estoy seguro de que ni muerte, ni vida, ni ángeles, ni potestades cósmicas, ni lo presente, ni lo futuro, ni poderes sobrenaturales,

2 Timoteo 1:12

Por su causa soporto todas estas penalidades. Pero no me avergüenzo; sé en quién he puesto mi confianza y estoy seguro de que tiene poder para proteger hasta el día del juicio la enseñanza que me ha confiado.

Hebreos 10:22

Acerquémonos, pues, con un corazón sincero y lleno de fe, con una conciencia purificada de toda maldad, con el cuerpo bañado en agua pura.

Hebreos 11:13

Todos estos murieron sin haber recibido lo prometido, pero lo vieron de lejos con los ojos de la fe y lo saludaron, reconociendo así que eran extranjeros y gente de paso sobre aquella tierra.

1 Juan 1:8

Si alardeamos de no cometer pecado, somos unos ilusos y no poseemos la verdad.

1 Juan 2:21

Si os escribo, no es porque desconozcáis la verdad; de hecho la conocéis y sabéis que mentira y verdad se excluyen mutuamente.

1 Juan 3:14

Sabemos que por amar a nuestros hermanos hemos pasado de la muerte a la vida, mientras que quien no ama sigue muerto.

1 Juan 3:20

que si alguna vez nos acusa la conciencia, Dios es más grande que nuestra conciencia y conoce todas las cosas.

1 Juan 3:21

Pero si la conciencia no nos acusa, queridos, crece nuestra confianza en Dios