porque seguís siendo inmaduros. Pues mientras haya entre vosotros envidias y rivalidades, ¿no es prueba de inmadurez y de que no habéis superado el nivel puramente humano?
Hermanos, con el fin de que entendieseis estas cosas, las he aplicado, a modo de ejemplo, a Apolo y a mi propia persona para que aprendáis en nosotros lo de «no ir más allá de lo que está establecido» y para que nadie se apasione por uno en contra de otro.