Porque el obispo ha de ser sin reproche, como que es administrador de Dios; no soberbio, no colérico, no rencilloso, no peleador, no codicioso de torpe ganancia;
¡En su consejo no entres, oh alma mía, ni con su asamblea te juntes, honra mía! porque en su saña mataron hombres, y en su voluntariedad desjarretaron bueyes.
Mas éstos también tambalean a causa del vino, y se han extraviado a causa del licor fermentado; el sacerdote y el profeta tambalean a causa del licor fermentado; han sido tragados del vino, han sido extraviados por el licor fermentado; yerran en visión, tropiezan en juicio.
Ni tú ni tus hijos contigo habéis de beber vino ni licor fermentado cuando hubiereis de entrar en el Tabernáculo de Reunión, no sea que muráis: estatuto perpetuo es este durante vuestras generaciones;
¶Por esta causa te dejé en Creta, para que acabases de poner en orden las cosas que faltaban, y para que constituyeses ancianos en cada ciudad como yo te ordené:
Pastoread la grey de Dios que está entre vosotros, ejerciendo la superintendencia, no de necesidad, sino con buena voluntad que sea según Dios; ni por torpe ganancia, sino de ánimo pronto;
especialmente a los que andan en pos de la carne, en la concupiscencia de inmundicia, y desprecian la potestad. Atrevidos son, audaces, que no temen decir injurias contra las dignidades: