¶Por lo cual entraron Moisés y Aarón a donde estaba Faraón, y le dijeron: Así dice Jehová, el Dios de los Hebreos: ¿Hasta cuándo rehusarás humillarte delante de mí? Deja ir a mi pueblo, para que ellos me sirvan.
Así dice Jehová contra todos mis malos vecinos que se apropian la herencia que yo hice heredar a mi pueblo Israel: He aquí que los arrancaré de sobre su tierra, y arrancaré a la casa de Judá de en medio de ellos.
TAV.-Su inmundicia está en sus faldas: no se acordaba de sus postrimerías por tanto ha sido humillada maravillosamente; no tiene consolador. ¡Mira, oh Jehová, mi aflicción; porque el enemigo se ha engrandecido sobre mí!
Ahora pues yoNabucodonosor alabo, ensalzo y glorifico al Rey del cielo; porque todas sus obras son verdad, y sus caminos justicia, y a aquellos que andan con soberbia, él los puede abatir.
En el día que te pusiste frente a él, en el día que los extraños llevaron cautivo su ejército, y los de tierra extraña entraron por sus puertas, y echaron suertes sobre Jerusalem; tú también eras como cualquiera de ellos.
La soberbia de tu corazón te ha engañado, oh tú que habitas en las hendiduras de la peña, y cuya morada está puesta en alto; el mismo que dice en su corazón: ¿Quién me hará bajar a tierra?
¶De la misma manera, vosotros los jóvenes, someteos a los ancianos; y todos vosotros, ceñíos de humildad, para servir los unos a los otros; porque Dios resiste a los soberbios, mas da gracia a los humildes.