Y cuando se hubo levantado para espigar, mandó Booz a sus criados, diciendo: Hasta en medio de las gavillas podrá ella recoger espigas; y no la habéis de avergonzar.
Y cuando segareis las mieses de vuestra tierra, no acabarás de segar los rincones de tu campo, ni espigarás tu tierra segada: para el pobre y para el extranjero dejarás lo que quedare. Yo Jehová vuestro Dios.
También a la hora de comer le dijo Booz: Llégate acá, y come del pan, y moja tu bocado en el vinagre. Ella pues se sentó al lado de los segadores; y él mismo le alcanzó el grano tostado; y ella comió y se sació, y le sobró.