¡y el Dios Todopoderoso os conceda misericordia delante de aquel hombre, para que os devuelva al otro hermano vuestro, y a Benjamín! ¡Y en cuanto a mí, si he de ser privado de mis hijos, privado seré!
Ninguna corrección por el presente parece ser motivo de gozo, sino antes, de tristeza; empero más tarde, produce el fruto apacible de justicia para los que son ejercitados por medio de ella.