Mas aconteció que, como se le prolongasen allí los días, asomándose Abimelec, rey de los Filisteos, a una ventana, miró, y he aquí que Isaac jugueteaba con Rebeca su mujer.
Mas sucedió que cuando el Arca de Dios iba entrando en la ciudad de David, Micol hija de Saúl tendió la vista desde una ventana, y vió al rey David que daba brincos y danzaba delante de Jehová; y desprecióle en su corazón.
Desde la ventana tiende una mujer la vista, y clama; clama la madre de Sísara desde las celosías: ¿Por qué se tarda su carro en venir? ¿por qué se atrasan las pisadas de sus caballos?