Porque de tiempo muy atrás yo quebré tu yugo, y rompí tus coyundas; y tú dijiste: No transgrediré; en tanto que sobre todo collado elevado, y debajo de todo árbol frondoso, te prostituías, ¡oh ramera!
¡Alza los ojos a los cerros pelados, y ve! ¿en qué parte no se han acostado contigo? junto a los caminos te has sentado, esperándolos, como el árabe en el desierto; y has contaminado la tierra con tus fornicaciones y con tus maldades.
en que edificas tu burdel en cada encrucijada de camino, y haces tu alto en toda calle; y no has sido como ramera, en que desdeñas el precio de prostitución.
y la luz de una lámpara no brillará más en ti; y la voz del esposo y de la novia no se oirá más en ti; porque tus comerciantes eran los príncipes de la tierra; porque con tus hechizos fueron engañadas todas las naciones.
Porque por el vino de la ira de su fornicación, han caído todas las naciones; y los reyes de la tierra han cometido fornicación con ella, y los comerciantes de la tierra se han enriquecido a causa de la abundancia de su lujo.