David entonces respondió a Gad: Me veo en muy grande estrecho. ¡Ruégote caigamos en manos de Jehová; porque grandes son sus compasiones; mas no caiga yo en mano de los hombres!
¶Entonces Semaya vino a Roboam y a los príncipes de Judá, que se habían recogido dentro de Jerusalem a causa de Sisac, y les dijo: Así dice Jehová: Vosotros me habéis dejado, y yo también os dejo a vosotros en mano de Sisac.
¶Por lo cual entraron Moisés y Aarón a donde estaba Faraón, y le dijeron: Así dice Jehová, el Dios de los Hebreos: ¿Hasta cuándo rehusarás humillarte delante de mí? Deja ir a mi pueblo, para que ellos me sirvan.