no sea que entregues tu honra a otros, y tus años al cruel;
¿Acaso no fué por esto mismo que pecó Salomón rey de Israel? Y entre muchas naciones no hubo rey como él, y era amado de su Dios, y Dios le hizo rey sobre todo Israel: sin embargo, aun a éste le hicieron pecar las mujeres extranjeras.
¡No des tu vigor a las mujeres, ni tus caminos a lo que destruye a los reyes!
no sea que los extraños se harten de tu sustancia, y tus labores se gasten en casa de una gente de tierra extraña;
¡Aleja de aquélla tu camino! ¡no te acerques a la entrada de su casa!
porque a causa de la ramera, uno se ve reducido a un pedazo de pan, y la adúltera caza la vida preciosa.