¡OÍD, hijos, la instrucción de un padre, y prestad atención para conocer la inteligencia!
Juntaos y oíd, oh hijos de Jacob, y escuchad a Israel vuestro padre.
¡Venid, hijos, escuchadme! os enseñaré el temor de Jehová.
para dar a conocer la sabiduría y la instrucción; para hacer entender las palabras de inteligencia:
¡Oye, hijo mío, la instrucción de tu padre, y no deseches la ley de tu madre!
EL hijo sabio oye la amonestación de su padre; pero el escarnecedor no escucha la reprensión.
Oye el consejo, y admite la corrección, para que seas sabio en tu porvenir.
¡Mijo mío, inclina tu oído y escucha las palabras de los sabios, y aplica tu corazón a mis enseñanzas!
¡HIJO mío, da atención a mi sabiduría, inclina tu oído a mi inteligencia!
Di a la sabiduría: Tú eres mi hermana; y llama a la inteligencia parienta tuya;
Y nosotros hemos obedecido la voz de Jonadab hijo de Recab, nuestro padre, en cuanto a todo lo que nos ha mandado; respecto de no beber vino en todos nuestros días nosotros, ni nuestras mujeres, ni nuestros hijos, ni nuestras hijas;
POR lo cual debemos dar más solícita atención a las cosas que hemos oído, no sea que acaso, como vasos rajados, las dejemos escurrir.