Jehová ha hecho tomar sobre ti toda la derramada sangre de la casa de Saúl, en cuyo lugar has reinado; y ha dado Jehová el reino en mano de Absalom tu hijo; y ¡héte aquí prendido en tus maldades; porque hombre sanguinario eres!
porque no recibieron a los hijos de Israel con pan y agua, sino antes alquilaron contra ellos a Balaam, para maldecirlos: pero nuestro Dios volvió la maldición en bendición.