Empero tus ojos y tu corazón están puestos solamente en tu ganancia injusta, y en la sangre inocente, para derramarla, y en la opresión y en la violencia, para practicarlas.
sus dos manos están listas para hacer maldad; el príncipe pide regalos, y el juez decide por cohecho, también el grande habla sin reparo del deseo de su alma: y así entretejen las intrigas.
dijo: ¡Oh hombre lleno de toda suerte de engaño y de toda villanía, hijo del diablo, enemigo de toda justicia! ¿no cesarás de pervertir los caminos rectos del Señor?