he aquí que hago según tu palabra; he aquí que te doy un corazón tan sabio y entendido, que no haya habido otro como tú antes de ti, ni después de ti se levantará tu igual.
Da pues a tu siervo un corazón inteligente, para juzgar a tu pueblo, para poder distinguir entre el bien y el mal; porque ¿quién es capaz de juzgar este tu pueblo tan grande?
¶Y Dios dió a Salomón sabiduría e inteligencia sobremanera grande, juntamente con grandeza de corazón vasta como la arena que está a la ribera del mar.
Y tú, Esdras, conforme a la sabiduría de tu Dios que tienes, nombra magistrados y jueces que juzguen a todo el pueblo que está más allá del río, es decir, a todos los que conocen las leyes de tu Dios; y enseñad al que no las conoce.
¶Entonces mi Dios puso en mi corazón que reuniese a los nobles y a los magistrados y al pueblo, para que se inscribiesen por genealogías. Y hallé un registro de la genealogía de los que habían subido al principio, en el cual hallé escrito así:
Porque al hombre: que es bueno delante de él, Dios le da sabiduría y ciencia y gozo; mas al pecador le ha dado el trabajo pesado de recoger y amontonar, para darlo al que sea bueno delante de Dios. ¡Esto también es vanidad y correr tras el viento!
¶Y en cuanto a estos cuatro muchachos, Dios les concedió conocimiento e inteligencia en todas las letras y la sabiduría de los Caldeos; Daniel también era inteligente en toda suerte de visiones y sueños.
Asimismo él muda los tiempos y los plazos; él quita los reyes, y establece los reyes; él da sabiduría a los sabios, y ciencia a los que poseen inteligencia.
¡A ti, oh Dios de mis padres, doy gracias y te alabo, por cuanto me has dado sabiduría y fortaleza; y porque ahora me has hecho saber lo que te pedimos; pues que nos has dado a conocer el asunto del rey!
Toda buena dádiva y todo don perfecto de arriba es, descendiendo del Padre de las luces, de parte de quien no puede haber variación, ni sombra de mudanza.