¿Hasta cuándo, oh simples, amaréis la simpleza? ¿y hasta cuándo se deleitarán los escarnecedores en escarnecer, y los insensatos aborrecerán la ciencia?
Así pues, vosotros también, ya que sois codiciosos de dones espirituales, procurad abundar en ellos de tal modo que sea para la edificación de la iglesia.