Los justos son librados de la apretura, y en lugar suyo entra el inicuo.
Empero la salvación de los justos es de Jehová; él es su fortaleza en el tiempo de angustia.
Cuando muere el hombre malo se acaba su esperanza, y la expectación de los inicuos perecerá.
Con su boca el inicuo destruye a su prójimo; mas por la ciencia los justos serán librados.
En la transgresión de los labios hay un lazo peligroso; mas el justo saldrá del aprieto.
Rescate para el justo es el inicuo; y en vez de los rectos, padecerá el prevaricador.
¶Entonces el rey Darío escribió a todos los pueblos, naciones y lenguas, que habitan en toda la tierra: Paz os sea multiplicada.