El odio suscita rencillas, mas el amor cubre toda suerte de ofensas.
El hombre iracundo suscita reyertas; mas aquel que es tardo en airarse apacigua las contiendas.
El hombre de Belial cava por la maldad; y en sus labios hay como un fuego abrasador.
El que cubre una transgresión busca la amistad; pero aquel que sigue mentando el asunto, separa de sí al amigo más íntimo.
El orgulloso de espíritu excita las contiendas; mas el que confía en Jehová, prosperara.
El hombre iracundo excita contiendas, y el colérico abunda en transgresiones.
porque de la manera que forzando la leche, se saca la manteca, y forzando las narices, se saca la sangre, así forzando la ira, se saca la contienda.
¿DE dónde vienen las guerras y de dónde las contiendas, entre vosotros? ¿No vienen de aquí, a saber, de vuestras pasiones, las cuales guerrean en vuestros miembros?
sepa éste, que el que hiciere a un pecador convertirse del error de su camino, salvará de la muerte una alma, y cubrirá multitud de pecados.
teniendo, ante todo, ferviente amor entre vosotros; porque el amor cubre una multitud de pecados: