Vino Pul rey de Asiria contra la tierra; y Manahén dió a Pul mil talentos de plata para que su mano estuviese con él, a fin de afianzar el reino en su poder.
Vuestra tierra está asolada, vuestras ciudades abrasadas a fuego; vuestro país, en vuestra misma presencia extraños lo devoran, y desolado está, como destruído por extraños.
Al contrario, no las oíste, ni las conociste, ni desde entonces tienes abiertos los ojos; porque yo sé que eres muy desleal, y transgresor desde el nacimiento, has sido llamado.
EL justo perece, mas ninguno hace caso de ello; y los hombres piadosos mueren, sin que nadie reflexione, que el justo es quitado de delante del mal que viene.
Mi pueblo está destruido por falta de conocimiento. Por cuanto tú has rechazado con desprecio el conocimiento de Dios, yo también te rechazaré, para que no seas mi sacerdote; puesto que te has olvidado de la ley de tu Dios, me olvidaré yo también de tus hijos.