ASÍ dice Jehová: ¿Dónde está la carta del divorcio de vuestra madre, con la cual yo la repudié? ¿o a cuál de mis acreedores os he vendido? He aquí que por vuestras iniquidades fuisteis vendidos; y por vuestras transgresiones fué repudiada vuestra madre.
Sus viudas se me aumentan más que la arena de los mares; les traigo el asolador al mediodía, contra la madre del escogido guerrero: hago caer sobre ella de repente angustia y terrores.
Acerca de los profetas. Quebrantado está mi corazón dentro de mí, y se estremecen todos mis huesos; he venido a ser como un ebrio, como un hombre vencido del vino; a causa de Jehová, y a causa de sus santas palabras.
será muy avergonzada Babilonia, vuestra madre; será abochornada la que os dio a luz. ¡He aquí que será la postrera de las naciones, un desierto, una tierra seca, una soledad!
Hijo del hombre; estos hombres han erigido sus ídolos en sus corazones, y han puesto el tropiezo de su iniquidad delante de su rostro; ¿y acaso he de ser yo consultado en manera alguna por ellos?
¡Contended contra vuestra madre, contended, (porque ella no es mi mujer, ni yo soy su marido,) para que aparte sus fornicaciones de su presencia, y sus adulterios de entre sus pechos!
Pues su madre ha cometido fornicación, y la que los dió a luz se ha portado desvergonzadamente: porque ella ha dicho: Iré en pos de mis amantes, los cuales me han dado mi pan y mi agua, mi lana y mi lino, mi aceite y mis licores.
Y la soberbia de Israel testifica contra él en su misma cara; por tanto Israel y Efraim tropezarán en su iniquidad; tropieza Judá también juntamente con ellos.
Y acontecerá en aquel día, dice Jehová de los Ejércitos, que cortaré de la tierra hasta el nombre de los ídolos, y no habrá más memoria de ellos: y a los profetas también y al espíritu inmundo los haré pasar de la tierra.