He aquí pues, yo extendí mi mano sobre ti, y disminuí tu porción diaria; y te entregué a la voluntad de las mujeres que te aborrecen, las hijas de: los Filisteos; las cuales se ruborizan de tu camino de execrable maldad.
Y te entregaré en poder de ellos, y ellos destruirán tus burdeles, y derribarán tus altos, y te despojarán de tus vestidos, y quitarán tus hermosas alhajas, y te dejarán desnuda y descubierta.
Pues el rey del Norte volverá, y pondrá en campaña una multitud mayor que la primera; y al fin de los tiempos, es decir, de algunos años, vendrá a viva fuerza con grande ejército y grandes riquezas.
no sea que yo la despoje de sus ropas, dejándola desnuda, y la ponga tal como estaba en el día que nació; y la torne como un desierto, y la ponga como una tierra seca, y la haga morir de sed:
Y sus riquezas vendrán a ser despojo, y sus casas una desolación: pues edificarán casas, mas no las habitarán; y plantarán viñas, mas no beberán el vino de ellas.
Aunque diga Edom: Hemos sido destruídos, pero volveremos a edificar las ruinas; así dice Jehová de los Ejércitos: Ellos edificarán, mas yo echaré por tierra; y se les llamará, País de iniquidad; y, Pueblo contra quien Jehová tiene indignación para siempre.
Entonces vosotros volveréis, y echaréis de ver la diferencia que hay entre el justo y el injusto; entre aquel que sirve a Dios, y aquel que no le sirve.