Y asolaré sus vides y sus higueras, de las cuales ella decía: Estas son mi galardón, el cual me han dado mis amantes; y las convertiré en bosque, y las bestias del campo las comerán.
Pues sucederá que en aquel día, sí, sucederá que todo lugar en donde hubiere habido mil vides, del valor de mil siclos, será abandonado a las zarzas y los espinos.
Miqueas morastita profetizaba en días de Ezequías rey de Judá, y habló a todo el pueblo de Judá, diciendo: Así dice Jehová de los Ejércitos: Sión será arada como un campo, y Jerusalem vendrá a ser montones de escombros, y el monte de esta Casa, como altos cubiertos de bosque.
Consumirán tu cosecha y tu pan; consumirán tus hijos y tus hijas; consumirán tus rebaños y tus vacadas; consumirán tus viñas y tus olivares; y destruirán a espada tus ciudades fortificadas, en las cuales tú pones tu confianza.
Los acabaré del todo, dice Jehová: no habrá uvas en la vid, ni habrá higos en la higuera, y hasta la hoja se marchitará; y las cosas que les he dado pasarán de ellos.
los encontraré como osa a quien le han robado los cachorros, y desgarraré la tela de su corazón: los devoraré allí como león; las fieras del campo los destrozarán.
Pues su madre ha cometido fornicación, y la que los dió a luz se ha portado desvergonzadamente: porque ella ha dicho: Iré en pos de mis amantes, los cuales me han dado mi pan y mi agua, mi lana y mi lino, mi aceite y mis licores.
Porque yo seré como león para Efraim, y como leoncillo a la casa de Judá; ¡yo, yo arrebataré la presa, y me iré; me la llevaré, y no habrá quien me la quite!
NO tienes que alegrarte, oh Israel, como los demás pueblos: porque te has apartado traidoramente de tu Dios: amas la paga de ramera en todas las eras llenas de trigo.
Por tanto, Sión, a causa de vosotros, será arada como un campo, y Jerusalem vendrá a ser montón de ruinas, y el monte de la Casa santa, como altos cubiertos de bosque.