Ciertamente él ha llevado nuestros padecimientos, y con nuestros dolores él se cargó; mas nosotros le reputamos como herido, castigado de Dios y afligido.
¿quién es el que condena? ¡Cristo Jesús es el que murió; más aún, el que fué levantado de entre los muertos; el que está a la diestra de Dios; el que también intercede por nosotros!
el cual se dió a sí mismo por nosotros, para redimirnos de toda iniquidad, y purificar para sí mismo un pueblo de su propia posesión, celoso de buenas obras.
Pues convenía a aquel para quien son todas las cosas, y por medio de quien son todas las cosas, habiendo de llevar muchos hijos a la gloria, hacer perfecto al autor de su salvación por medio de los padecimientos.
quien mismo llevó nuestros pecados en su propio cuerpo sobre el madero, a fin de que nosotros, estando muertos a los pecados, viviésemos a la justicia: por cuyas llagas vosotros fuisteis sanados.
Porque Cristo también padeció por los pecados, una vez para siempre, el justo por los injustos, a fin de llevarnos a Dios, cuando fué muerto en cuanto a la carne, pero vivificado en cuanto al espíritu;