ni del Santuario saldrá en su duelo; no sea que profane el Santuario de su Dios; por lo mismo que la consagración del aceite de la unción de su Dios está sobre él. Yo Jehová.
Por tanto, nosotros de ahora en adelante, no conocemos a nadie según la carne: y aunque hayamos conocido a Cristo según la carne, ahora empero no le conocemos más así.