asimismo ofrecerá el carnero como sacrificio de paces a Jehová, juntamente con el canasto de los panes ázimos; el sacerdote ofrecerá también la ofrenda vegetal de ellos y su libación.
Luego el nazareo raerá la cabeza de su nazareato, a la entrada del Tabernáculo de Reunión; y tomará el pelo de la cabeza de su nazareato y lo pondrá sobre el fuego que está debajo del sacrificio de las paces.