Desde Aroer, que está sobre la ribera del torrente de Arnón, y la ciudad que está en medio del valle adyacente, hasta Galaad; no hubo ciudad amurallada que fuese demasiado fuerte para nosotros; todas ellas las entregó Jehová nuestro Dios delante de nosotros:
Y los hirió desde Aroer hasta llegar a Minit, inclusas veinte ciudades, y hasta Abel-queramin, con muy gran destrozo: de esta manera fueron humillados los hijos de Ammón delante de los hijos de Israel.