Y también contra el rey Nabucodonosor se rebeló, el cual le había hecho jurar por Dios; pero él endureció su cerviz, y obstinó su corazón para no volverse a Jehová, el Dios de Israel.
Cuando un hombre hiciere voto a Jehová, o hiciere juramento para obligar su alma con algún entredicho, no ha de violar su palabra, antes hará conforme a todo lo que saliere de sus labios.
si su padre oyere su voto, o el entredicho con que ha obligado su alma, y su padre guardare silencio, subsistirán todos sus votos; y todo entredicho con que ha obligado su alma subsistirá.
Y no los hirieron los hijos de Israel, porque los príncipes de la Congregación les habían jurado por Jehová, el Dios de Israel: y toda la congregación murmuró contra los príncipes.
Y fué así que como él la viese, rasgó sus vestidos, y le dijo: ¡Ay de mí, hija mía! me has abatido por completo; y tú has venido a ser del número de los que me tienen turbado; porque he abierto mi boca a Jehová, y no podré volver atrás.
E hizo un voto, diciendo: Jehová de los Ejércitos, si te dignares mirar la aflicción de tu sierva, y te acordares de mí, y no te olvidares de tu sierva, sino que dieres a tu sierva un hijo varón, yo le daré a Jehová todos los días de su vida; y navaja no pasará jamás por su cabeza.