Mas si su marido lo derogó terminantemente en el día que oyó hablar de ello, ninguna cosa salida de los labios de ella respecto de sus votos, o respecto de obligar su alma, subsistirá: su marido los ha derogado, y Jehová se lo perdonará.
Mas si su padre se lo vedare en el día que oyere hablar de ello, ninguno de sus votos ni de sus entredichos con que ha obligado su alma subsistirá; y Jehová se lo perdonará, por cuanto su padre se lo ha vedado.