Entonces dijo Balac a Balaam: ¡Ni le maldigas, ni tampoco le bendigas!
He aquí que el pueblo como leona se levantará, y cual león se ensalzará en poder: no se acostará hasta que comiere de la presa, y bebiere de la sangre de los degollados.
Pero Balaam respondió y dijo a Balac: ¿No te hablé yo diciendo: Todo cuanto hablare Jehová eso tengo de hacer?