¶Y vino Dios de noche a Balaam, y le dijo: Si a llamarte han venido aquellos hombres, levántate, vé con ellos; mas solamente lo que yo te dijere has de hacer.
¶Balac pues le dijo: Ruégote que vengas conmigo a otro sitio, desde donde podrás ver al pueblo; no verás sino el cabo de él, que no le verás todo; y maldícemele desde allí.
Luego Balaam dijo a Balac: Ponte junto a tu holocausto, en tanto que yo me vaya; por si acaso Jehová viniere a mi encuentro: y cualquiera cosa que él me revelare, te lo avisaré. Se fué pues al páramo.
Aun cuando Balac me diere su casa llena de plata y de oro, no podré traspasar la palabra de Jehová, para hacer de mi propio arbitrio cosa buena ni mala; sino que lo que hablare Jehová eso tengo que decir?
porque los tales no sirven a nuestro Señor Jesucristo, sino a sus mismos vientres; y con palabras melosas y adulaciones, engañan los corazones de los sencillos.