porque no recibieron a los hijos de Israel con pan y agua, sino antes alquilaron contra ellos a Balaam, para maldecirlos: pero nuestro Dios volvió la maldición en bendición.
He aquí un pueblo salido de Egipto, y que cubre la haz de la tierra. Ahora pues ven, maldícemele; quizás podré así pelear contra él y arrojarle del país.
¶Encendióse entonces la ira de Balac contra Balaam; y batiendo las manos, dijo Balac a Balaam: ¡Para maldecir a mis enemigos te llamé, y he aquí que tú los has colmado de bendiciones estas tres veces!