Entonces dijo Moab a los ancianos de Madián: Ahora esta multitud lamerá cuanto está en derredor nuestro, cual lame el buey la grama del campo. Y Balac hijo de Zipor era rey de Moab a la sazón.
Ellos pues se levantaron, y desde Madián vinieron a Parán. Luego tomando consigo algunos hombres de Parán, se fueron a Egipto, a Faraón rey de Egipto; quien le dió casa, y le señaló manutención, y le dió tierras.
Entonces fueron turbados los caudillos de Edom; los valientes de Moab, estremecimiento se apoderará de ellos: derretirse han todos los moradores de Canaán.
Sobre todos los terrados de Moab, y por sus calles, no se oyen sino plañidos; porque yo he quebrado a Moab, como vasija que nadie tiene en estima, dice Jehová.
¶Fueron pues los ancianos de Moab y los ancianos de Madián, con las recompensas de la adivinación en su mano; y llegando a donde estaba Balaam, le refirieron las palabras de Balac.
¡Le estoy viendo, mas no es de ahora, le estoy mirando, mas no en tiempos cercanos: de Jacob ha salido una ESTRELLA, y de Israel se ha levantado un CETRO, que hiere los costados de Moab, y destruye a todos los hijos de tumulto!
En esto, he aquí un hombre de los hijos de Israel el cual venía trayendo a sus hermanos una mujer madianita, a vista de Moisés y a vista de toda la Congregación de los hijos de Israel, estando ellos llorando a la entrada del Tabernáculo de Reunión.
Mataron también a los reyes de Madián, a más de los hombres suyos que mataron; a saber, Evi, y Requem, y Zur, y Hur, y Reba, cinco reyes de Madián: a Balaam también, hijo de Beor, le pasaron a cuchillo.