Pero encendióse la ira de Dios por cuanto él se iba; y colocóse el Ángel de Jehová en el camino para oponérsele. Y él iba montado sobre su asna, y dos mozos suyos le acompañaban.
DALETH.- Entesó su arco, como enemigo; plantóse, cual adversario, extendida su diestra, y mató cuanto era grato a la vista: en las tiendas de la hija de Sión ha derramado su ira como fuego.
Y el asna vió al Ángel de Jehová puesto de pie en mitad del camino, con su espada desenvainada en la mano; por lo cual desvióse el asna del camino, y, se iba por el campo. Y Balaam dió de palos al asna para hacerla volver al camino.
Y le dijo el Ángel: ¿Por qué has dado de palos a tu asna estas tres veces? He aquí que yo había salido para ponerme en contra de ti, porque tu camino es perverso delante de mí;
Pero el Ángel de Jehová dijo a Balaam: Vé con los hombres; sin embargo no has de hablar otra cosa sino lo que yo te dijere. Fué pues Balaam con los príncipes de Balac.