Y Absalom dió orden a sus mozos, diciendo: Ruégoos advirtáis cuando el corazón de Amnón esté alegre con el vino; y al deciros yo: ¡Herid a Amnón! entonces matadle; no temáis; ¿no soy yo quién os lo ha mandado? ¡Tened fortaleza y sed hombres valientes!
Entonces el rey hizo engrandecer a Daniel, y le dió muchos y grandes dones, y le constituyó gobernador de toda la provincia de Babilonia, y gran príncipe sobre todos los sabios de Babilonia.